Texto y fotos: Rosa María Mosquera
Entre la mística y la magia que envuelven los cerros de Cajamarca, se inauguró anoche la impresionante muestra fotográfica “Guardianes” del reconocido fotógrafo y videasta José Carlos Orrillo, en la Sala LE CARRE D’ART de Alianza Francesa de la Molina.
El ojo zahorí del fotógrafo se enquista en los Guardianes de la Tierra, vigilantes ocultos de los territorios sagrados. “Desde lo alto de los cerros, mimetizados en la forma de las piedras, ellos vigilan y perciben la transformación inexorable de sus templos y huacas. Silenciosamente observan a los hombres del presente discurrir distraídos bulliciosos, ignorantes del ritual y el sentido de lo sagrado”, destaca el artista.
Asimismo, considera que los guardianes lo conocen todo, lo han visto todo, el tiempo por venir y lo pasado, todo lo registran en su infinita memoria. Ellos se muestran al observador atento, revelándose desde adentro las piedras, abriéndose paso desde el centro del espejo, vertiginosamente hacia otras realidades. ¿De dónde vienen estos rostros sino de la propia naturaleza? ¿De qué profundidad inconcebible nos llegan sus miradas graves, milenarias? Los guardianes son el testimonio fotográfico que existe paralelamente a ésta en la cual vivimos y morimos.
La estrategia de la propuesta fotográfica de José Carlos Orrillo, es sin lugar a dudas, acertada. Nos invita a viajar, a través de sus imágenes, a ese otro mundo de magia desbordante plasmada en los mitos y las leyendas urbanas que cuentan que los cerros tienen vida y género, cerros encantados que se abren sólo al elegido -inmerso en sueños de jugo de san Pedro y el ayahuasca- que ingresa danzando al compás de esa música, cánticos y fiesta muy lejanos al común de las gentes.
La muestra es una simbiosis extraordinaria entre las antiguas y sagradas figuras pétreas de formas exóticas y humanoides erigidas en lo alto de Cajamarca y el toque moderno de la fotografía digital. Es un trabajo de tres años que por fin se abre ante nosotros. Orrillo, juega con la imagen, la luz es perfecta y el dramatismo en el contraste destaca el misterio y esa conexión entre el pasado y el presente, aspecto creativo principal que marca su sello propio.
Para el fotógrafo, las culturas, como los hombres, pasan y desaparecen. La energía permanece. En sus rostros ancestrales, los Guardianes testimonian la existencia de una energía más antigua que los hombres y por ello, más sabia, más calma, más profunda. Un instante de silencio es necesario para conectarse con ella. Un instante de silencio que puede devolvernos a la eternidad de donde ellos vienen.
El fotógrafo en su creación.
Teletransportándose en el cosmos hacia el pasado...
...Y la petrificación imaginaria surge espontáneamente.
Los "Guardianes de la Tierra" mimetizados en formás pétreas.
¿De dónde vienen estos rostros, sino de la propia naturaleza?
Extravío fructífero de la introspección recorriendo un paisaje.
Infaltable Ricardo Badani y esposas, entre rocas.
José y Winston Orrillo. Una familia inmersa en el arte y la creación.
Impresionante muestra fotográfica es un éxito.
